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jueves, 24 de septiembre de 2020

Un compuesto químico para eliminar agentes infecciosos "El JABÖN"

Comenzamos un nuevo curso chic@s!! 
Un curso muy atípico, sin embargo, la química ahora más que nunca está ayudando a comprender esta situación.  Ante una emergencia sanitaria como la que estamos viviendo, la ciencia es nuestra mejor aliada.  
La química no solo está presente en el entorno hospitalario sino también en nuestro hogar .
Es gracias a los jabones, un compuesto químico producido mediante saponificación, que eliminamos agentes infecciosos de nuestra piel, siendo especialmente eficaces contra los coronavirus. Lo mismo ocurre con la limpieza del hogar mediante diferentes productos químicos de limpieza, detergentes y desinfectantes.


Los jabones naturales se elaboran principalmente a partir de sosa, agua, aceites y mantecas. A esta fórmula básica podrás añadir colorante y principios activos naturales para enriquecer tus jabones con propiedades beneficiosas para la piel.

                                                  Reacción de saponificación 


Hay que tener en cuenta que cada aceite necesita una cantidad de sosa cáustica determinada. De esta forma la saponificación será satisfactoria y las grasas vegetales se transformarán en jabón. Cuando esto ocurra la sosa habrá desaparecido por completo y tendremos un jabón con el pH adecuado para la piel y repleto de beneficios.

La cantidad de sosa que hay que utilizar viene determinada por el índice de saponificación de cada aceite.

Dado que la sosa caustica es altamente corrosiva y desprende mucho calor y humos tóxicos al reaccionar con el agua, es conveniente tomar las máximas protecciones mientras hacemos el jabón.

Para calcular la sosa necesaria hay que multiplicar la cantidad de aceite que se va a usar por su índice de saponificación.

Son numerosas las direcciones web y videos de recetas para la fabricación de jabón, pero aquí os dejo una receta básica cuando se utiliza aceite de oliva, (recuerda que con otros aceites las cantidades serán diferentes)

Material necesario:

  • Recipiente de barro, metal o cristal.
  • Cuchara o palo de madera.
  • Caja de madera o moldes de silicona 
  • Batidora
  • 600 gramos de aceite de oliva.
  • 200 mL de agua.
  • 80 gramos de sosa

 Procedimiento 

Echa en un recipiente, la sosa cáustica y añade el agua ¡mucho cuidado!, no  toques en ningún momento con la mano la sosa cáustica, porque puede quemarte la piel! Al preparar esta disolución observarás que se desprende calor, este calor es necesario para que se produzca la reacción. (Aconsejable estar en un lugar ventilado)

Añade, poco a poco, el aceite removiendo continuamente, durante al menos una hora, (si utilizamos batidora el tiempo es menor). Veremos que durante este batido la mezcla se espesa con consistencia de salsa y después de puré. Cuando esté en el punto de puré deberemos parar, para que huela bien se puede añadir alguna esencia (limón, fresa).

A veces ocurre que por mucho que removamos, la mezcla sigue líquida, el jabón se ha “cortado”. No lo tires, pasa la mezcla a una cacerola y calienta en el fuego de la cocina. Removiendo de nuevo aparecerá al fin el jabón.

Echa la pasta obtenida en los moldes lo tapamos con una toalla y lo dejamos mínimo 1 día, (para completar la saponificación), al cabo del cual sacamos los jabones de los moldes y los envolvemos en trapos de cocina o papel y se dejan reposar al menos 1 mes aunque esté sólido, tiempo en el cual el pH del jabón se regularizará. Y ya está listo para usar!


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